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Mantenimiento del coche: qué revisar de verdad y qué es puro relleno

A casi nadie le apetece “pasar por el taller”, pero a todo el mundo le gusta que el coche arranque a la primera, frene bien y no dé sustos en la A-2 camino al trabajo o a la playa.Entre esos dos mundos está el mantenimiento: lo que haces hoy para no lamentarlo mañana.

En MONTANOCenter (Lleida) vemos dos perfiles muy claros: quien se adelanta un poco y casi nunca tiene sorpresas… y quien viene “cuando ya hace un ruido raro”. Adivina quién acaba pagando más.

En este artículo te contamos qué merece la pena revisar de verdad en el coche, cada cuánto orientativamente, y qué cosas muchas veces son más marketing que necesidad real.

1. Lo importante: pensar en el coche como una inversión, no como un gasto

Un coche es, al final, un activo:

  • Te lleva al trabajo.

  • Te lleva de viaje.

  • Te ahorra tiempo cada día.

Si lo exprimes sin mantenimiento, lo normal es que, cuando se rompa, lo haga en el peor momento posible… y por un importe mucho más alto que si hubieras hecho las cosas paso a paso.

Un buen mantenimiento consigue tres cosas:

  1. Menos averías gordas.

  2. Más seguridad.

  3. Más valor de reventa cuando llegue el momento de cambiarlo.

2. Las revisiones que sí tienen sentido (y por qué)

No todos los puntos de una “revisión de X puntos” pesan igual. Estos son los que, para nosotros, van a la base de la pirámide:

2.1. Aceite y filtro de aceite

Es la sangre del motor. Un aceite degradado lubrica peor, se calienta más y castiga todo lo que toca.

  • Qué pasa si lo alargas demasiado: ruidos, desgaste interno, consumo de aceite y, en el peor caso, gripaje.

  • Regla general: seguir las pautas del fabricante (años y kilómetros) y no apurar el “long life” hasta el extremo.

Cambiar aceite sin cambiar el filtro es como ducharse y ponerse ropa interior usada. Se puede… pero no tiene sentido.

2.2. Filtros: aire, habitáculo y combustible

  • Filtro de aire: si está sucio, el motor respira peor y consume más.

  • Filtro de habitáculo: no es un capricho, es lo que respiran tus pulmones dentro del coche (y lo que hace que el aire huela bien o a humedad).

  • Filtro de combustible (sobre todo en diésel): ayuda a proteger inyectores y bomba de alta presión, que baratos precisamente no son.

No hace falta cambiarlos todos cada vez, pero sí seguir un plan y revisarlos con criterio.

2.3. Frenos: pastillas, discos y líquido

Aquí no hablamos de comodidad: hablamos de parar el coche.

  • Pastillas y discos: el típico “chirrido” suele ser ya un aviso tardío. Revisarlos periódicamente evita llegar al metal con metal.

  • Líquido de frenos: con el tiempo absorbe humedad y pierde eficacia. Un líquido viejo puede alargar mucho la frenada en una bajada fuerte.

Un sistema de frenos correcto es una de las mejores inversiones en tranquilidad.

2.4. Neumáticos

Ya les hemos dedicado un artículo entero, pero aquí van las ideas clave:

  • Dibujo suficiente.

  • Sin bultos, cortes ni deformaciones.

  • Desgaste uniforme (si no, puede haber problema de alineado o suspensión).

Un coche con buen motor y malos neumáticos es como unas zapatillas de 200 € con las suelas lisas.

2.5. Amortiguadores y suspensión

No son sólo “para ir cómodo”. Un amortiguador gastado hace que el coche:

  • Pierda adherencia en baches y curvas.

  • Alargue la frenada.

  • Desgaste peor los neumáticos.

El desgaste suele ser progresivo y el conductor se acostumbra. Por eso es importante que alguien de fuera lo revise con ojos frescos.

2.6. Sistema de refrigeración

El enemigo número uno del motor es el calor.

  • Líquido refrigerante: no es sólo agua de colores. Lleva aditivos anticorrosión y tiene un punto de ebullición concreto. Con los años se degrada.

  • Manguitos y abrazaderas: si fallan, la fuga puede dejarte tirado o provocar un calentón serio del motor.

Una pequeña revisión aquí evita averías muy costosas.

2.7. Batería y sistema eléctrico básico

La batería no avisa demasiado: suele funcionar… hasta que deja de hacerlo.

  • Revisar estado de carga, bornes y sujeción.

  • Valorar su antigüedad: a partir de ciertos años, es buena idea tenerla controlada para no quedarte tirado a la mínima.

3. Lo que muchas veces es puro relleno (o requiere calma)

Hay conceptos que suenan muy bien en un cartel, pero que no siempre son prioritarios:

  • “Tratamientos milagro” para el motor o el combustibleSin diagnóstico previo, los aditivos mágicos no suelen ser la solución. A veces ayudan; otras, sólo vacían la cartera.

  • Limpiezas exteriores que se venden como mecánicaLimpiar bajos, pasar un paño por el vano motor o abrillantar plásticos está bien, pero no es mantenimiento crítico.

  • Cambios de piezas por sistema “porque sí”No todo hay que cambiarlo “porque ya toca” sin mirar cómo está realmente. Cada coche, cada conductor y cada uso son un mundo.

El enfoque que nos gusta es sencillo:primero seguridad y fiabilidad, luego estética y extras.

4. ¿Cada cuánto hay que hacer el mantenimiento?

La respuesta honesta es: depende de tu coche y de tu uso, pero hay ideas generales:

  • Kilómetros y tiempo: aunque uses poco el coche, los líquidos y la goma envejecen. No vale “apenas lo muevo”.

  • Trayectos cortos: castigan más el motor que un viaje largo en autopista.

  • Uso intensivo en ciudad: embrague, frenos y dirección trabajan mucho más.

La mejor combinación es:

  1. Seguir el libro de mantenimiento del fabricante como base.

  2. Ajustar según uso real y lo que se vaya viendo en cada visita al taller.

5. Cómo hacemos un mantenimiento en MONTANOCenter

En MONTANOCenter (Lleida) no queremos que vivas en el taller, pero tampoco que vengas cuando ya está todo al límite. Nuestro enfoque de mantenimiento es:

  1. Escuchar al cliente: cómo usa el coche, cuántos km hace, por dónde circula.

  2. Revisión estructurada:

    • Aceite y filtros.

    • Frenos.

    • Neumáticos.

    • Suspensión.

    • Líquidos básicos.

    • Batería y puntos clave de seguridad.

  3. Explicación clara y sin dramas: qué está bien, qué empieza a estar justo y qué sí recomendamos hacer ya.

  4. Presupuesto cerrado antes de empezar.

  5. Plan para el futuro: dejamos anotado qué mirar o cambiar en la próxima visita, para que no pillen las cosas por sorpresa.

La idea no es “cambiar por cambiar”, sino priorizar: primero lo que afecta a tu seguridad y a la salud del motor, luego la resta.

6. ¿Cuándo tiene sentido que pidas cita?

Si encajas en alguna de estas frases, seguramente es buen momento:

  • “No recuerdo cuándo hice el último mantenimiento…”

  • “Siempre digo que un día pasaré por el taller… y nunca voy.”

  • “El coche frena bien, pero noto algo raro o un pequeño ruido.”

En lugar de esperar al susto:

📞 Pide cita en MONTANOCenter o acércate por el taller. Revisamos tu coche con calma, te decimos qué es urgente, qué puede esperar y qué ni siquiera hace falta tocar, y tú decides.

Así el coche trabaja para ti, no al revés.

 
 
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